Tras unos días de importantes lluvias, esperadas con gran necesidad, se habría una ventana de buen tiempo durante el fin de semana, lo que nos permitió disfrutar, aún mas, de la ruta senderista "Valdastillas-Cuatro Cascadas". La actividad, propuesta por el Departamento de Deportes, tenía unas altas expectativas, viéndose reflejada en los más de cuarenta participantes que se animaron a acompañarnos por esta zona emblemática del Valle del Jerte, y procedentes de Cáceres, Moraleja, Puebla de Argeme y Coria, con el fin de presenciar el inicio del periodo de la floración del cerezo, junto con las visitadas gargantas que, en esta época del año, recibe a cientos y miles de turistas de otras Comunidades, y que eran dignas de presenciar por el gran caudal de agua recogido por las bienvenidas lluvias caídas recientemente.
Sobre las 9:45 horas iniciamos la marcha desde la misma población de Valdastillas, ubicada en las faldas de la sierra de Tormanto, a una altitud de 640 metros sobre el nivel del mar. Tomamos dirección a la primera de las gargantas denominada de "Marta", a pocos más de un kilómetro de la localidad, y donde se ubica un merendero junto con un reformado y antiguo lagar. Dejamos la coqueta cascada de Marta, para seguir el itinerario previsto y comenzamos el ascenso por caminos hormigonados para facilitar el tránsito de los vehículos en los tramos con mayor pendiente, donde aparecen las primeras floraciones de cerezos entre los trabajados bancales que íbamos cruzando mientras subimos dirección al término municipal de Piornal.
Durante el ascenso, se podía ir disfrutando de la geografía del mítico Valle del Jerte, y del manto blanco de flores que empieza a cubrir parte de las fincas de cerezos presentes en la zona. Llegados a un punto, dejamos el camino para adentrarnos en los antiguos senderos de herraduras casi abandonados, cuya maleza dificultaba reconocer el itinerario a seguir. En estos tramos se requiere del uso del GPS para poder seguir la ruta. Cruzamos varias veces la carretera CC-17.5, con algunos tramos exigentes que estiraba el grupo de senderistas. A los mil metros de altitud, y en las proximidades del término de Piornal, desembocamos en el camino Real, antigua senda de piedra marcada que nos llevará a la garganta del Calderón, donde se encuentran también centenarios y majestuosos castaños, uno de ellos tumbado por algún temporal. Qué mejor lugar para hacer la parada del bocadillo y recrearse del paisaje de la zona.
Repuestas las fuerzas, seguimos bajando para visitar la cascada del "Calderón", la cual presentaba un gran caudal de agua, lo que reunía a muchos interesados para conseguir un selfie del momento. Dejando atrás la garganta, retrocedemos unos metros hasta buscar un perdido sendero que nos llevaría hasta los pies de la cascada del "Caozo", con unas vistas poco convencional de la misma, dando mas espectacularidad al salto del agua. Multitud de turistas se aglomeraban en la zona de la pasarela de hierro que se encontraba precintada al público por deterioro de las vigas que la sustenta.
Continuamos la marcha por el camino asfaltado hasta salir de nuevo a la carretera CC-17.5, por debajo de la Cooperativa de Valdastillas, pero nos volvemos a desviar, a pocos metros del cruce, en la misma curva por el camino de la derecha, marcado como itinerario para BTT, y que nos llevaría a la última de las cascadas de "Bohonal", pero debido a la cantidad de caudal que llevaba no nos permitió vadearla para descubrir su salto de agua.
Desestimado el intento de visita de la cascada Bohonal, terminamos la ruta a la altura de la piscina natural del pueblo, con una duración de 5 horas y 14,65 km de distancia.
En el siguiente enlace tenéis las fotos de la ruta, pincha aquí.
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