A pesar de la meteorología pronosticada para la mañana del domingo 18 de noviembre, un grupo de 30 senderistas asistieron a la ruta por la Comarca de Trujillo, en concreto con la marcha "Risco Grande-Cerro de San Gregorio".
El cerro de San Gregorio se localiza solitario a caballo entre las Villuercas y la Sierra de Montánchez, dentro de la Sierra de Santa Cruz, con una altitud de 844 metros.
Con la amenaza de la lluvia en las proximidades de la zona, la ruta partía desde la Plaza del pueblo de Santa Cruz de la Sierra, pero sin tener en cuenta el itinerario oficial marcado de la misma, con el fin de poder hacerla circular, diferente a como viene establecida. Abandonado el pueblo, pasamos por varias callejas y bancales donde la maleza envuelve el imaginario sendero haciendo más atractiva la marcha, saliendo directamente al camino paralelo de la autovía A-5, dirección a la población de Puerto de la Santa Cruz.
Recorrido unos 300 metros de la vía de emergencia, en el mismo cruce de entrada a la población antes mencionada, comenzamos el exigente sendero de subida al Cerro de San Gregorio, haciendo acto de presencia la pronosticada lluvia que ya nos acompañaría durante todo el trayecto.
El alto porcentaje de ascensión estiraba el grupo de senderistas, donde cada uno tenía que imponer su propio ritmo de subida. En esta ocasión, el esfuerzo realizado para alcanzar la base del punto geodésico, no era recompensado con las supuestas vistas que deberíamos obtener de la comarca de Miajadas-Trujillo y en días claros de Gredos, puesto que la aparición de la niebla impedía disfrutar de las mismas. Algunos de los asistentes realizan brevemente la fácil trepada para coronar el vértice geodésico donde se encuentra un aljibe y la simbólica Cruz de la Sierra, pero sólo para hacer la foto de grupo, ya que las condiciones meteorológicas no eran las más idóneas para permanecer por mucho tiempo en el lugar.
Sin apenas tiempo para echar el bocadillo, comenzamos el descenso, un tanto peligroso, por las condiciones que se daban entre el agua y la piedra presente en la vereda, dando algún que otro susto a los andantes.
Llegados al collado donde aparecen los restos de una necrópolis, el camino se vuelve algo más seguro de transitar, y donde más adelante descubrimos antiguas canalizaciones de piedra que supuestamente conducían el agua del aljibe de lo alto del Cerro de San Gregorio al Convento Agustino, en la misma entrada al pueblo.
A lo largo del tramo encontramos también varias zahurdas abandonadas, donde antiguamente se criaban los cochinos.
Finalmente, tras tres horas y media de ruta, llegamos a las puertas del Convento en ruinas Agustino de San Joaquín, fundado en 1629 por Juan de Chaves y Mendoza. La planta del templo es de cruz latina, cubierto con bóveda de cañón coronada por una cúpula semiesférica sobre pechinas en el crucero. Hay restos de pinturas murales con motivos vegetales, geométricos y animados.
Con la amenaza de la lluvia en las proximidades de la zona, la ruta partía desde la Plaza del pueblo de Santa Cruz de la Sierra, pero sin tener en cuenta el itinerario oficial marcado de la misma, con el fin de poder hacerla circular, diferente a como viene establecida. Abandonado el pueblo, pasamos por varias callejas y bancales donde la maleza envuelve el imaginario sendero haciendo más atractiva la marcha, saliendo directamente al camino paralelo de la autovía A-5, dirección a la población de Puerto de la Santa Cruz.
Recorrido unos 300 metros de la vía de emergencia, en el mismo cruce de entrada a la población antes mencionada, comenzamos el exigente sendero de subida al Cerro de San Gregorio, haciendo acto de presencia la pronosticada lluvia que ya nos acompañaría durante todo el trayecto.El alto porcentaje de ascensión estiraba el grupo de senderistas, donde cada uno tenía que imponer su propio ritmo de subida. En esta ocasión, el esfuerzo realizado para alcanzar la base del punto geodésico, no era recompensado con las supuestas vistas que deberíamos obtener de la comarca de Miajadas-Trujillo y en días claros de Gredos, puesto que la aparición de la niebla impedía disfrutar de las mismas. Algunos de los asistentes realizan brevemente la fácil trepada para coronar el vértice geodésico donde se encuentra un aljibe y la simbólica Cruz de la Sierra, pero sólo para hacer la foto de grupo, ya que las condiciones meteorológicas no eran las más idóneas para permanecer por mucho tiempo en el lugar.
Sin apenas tiempo para echar el bocadillo, comenzamos el descenso, un tanto peligroso, por las condiciones que se daban entre el agua y la piedra presente en la vereda, dando algún que otro susto a los andantes.
Llegados al collado donde aparecen los restos de una necrópolis, el camino se vuelve algo más seguro de transitar, y donde más adelante descubrimos antiguas canalizaciones de piedra que supuestamente conducían el agua del aljibe de lo alto del Cerro de San Gregorio al Convento Agustino, en la misma entrada al pueblo.
A lo largo del tramo encontramos también varias zahurdas abandonadas, donde antiguamente se criaban los cochinos.
Finalmente, tras tres horas y media de ruta, llegamos a las puertas del Convento en ruinas Agustino de San Joaquín, fundado en 1629 por Juan de Chaves y Mendoza. La planta del templo es de cruz latina, cubierto con bóveda de cañón coronada por una cúpula semiesférica sobre pechinas en el crucero. Hay restos de pinturas murales con motivos vegetales, geométricos y animados.
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