El
domingo 17 de mayo, tenia lugar la ruta del mes de mayo poniendo fin
al primer periodo de rutas senderistas 2015, con la marcha “Garganta
del Fraile-El Cancho de la Cueva”, que se desarrollaba en las
estribaciones del Parque Nacional de Monfragüe, y donde participaron
mas de 40 senderistas procedentes de Plasencia, Rincón del Obispo y
Coria.
La
ruta circular, de dificultad media-baja, se iniciaba sobre las 09:05
horas desde la misma localidad de Serradilla, enclavada dentro del
P.N. De Monfragüe. Pasamos
por el Parque Sur y, todo recto por el Camino de Peñafalcón o de la
Garganta. Enseguida nos quedaron a la vista el Pico de Peñafalcón y
el Cancho de la Cueva, marcando claramente el lugar al que nos
dirigíamos. Más a lo lejos y a nuestra derecha se divisaba con toda
claridad el Castillo de Monfragüe, marcando el inicio de la Sierra
del mismo nombre y, junto a él, pero un poco más a la izquierda, el
Salto del Gitano. A 4 km de la salida llegamos al Mirador del
Alambique, desde el que podíamos contemplar, a nuestra izquierda la
Sierra del mismo nombre (Alambique) y más a la izquierda aún la de
Santa Catalina, a cuyos pies está Serradilla. De frente, a la
derecha la Sierra de Peñafalcón y a la izquierda la Sierra de la
Cueva y en medio de estas dos La Portilla, por donde cae el agua del
Arroyo de la Garganta en un salto de algo más de 10 metros de
altura. A partir del mirador comenzamos a ver buitres, con su pausado
vuelo.
Comenzamos
la bajada hacia el Molino del Puente. El camino caracolea varias
veces a izquierda y derecha para ir salvando, con suavidad, los 74
metros de desnivel que hay entre el Mirador y el Molino. Desde el
mismo punto del camino se divisaba ya la Garganta del Fraile y el
salto del agua que, un poco más adelante íbamos a tener al alcance
de la mano. Al culminar la bajada y llegar al punto más bajo de todo
el perfil de la Ruta, encontramos el precioso puente y el molino,
lugar donde paramos para hacer la foto oficial del grupo. Junto al
puente se unen los caudales de los arroyos de las Viñas y del
Trasierra (o de la Garganta) que ya, fundidos, corren a verterse,
unos cuatro kilómetros más abajo, en el Tajo. Unos metros más
arriba el camino tiene un desvío a la derecha respecto al que un
cartel nos indica que está prohibido el paso, por tratarse de zona
de reserva de la biosfera.
En
seguida llegamos al merendero situado a los pies mismos de la cascada
de la Garganta del Fraile, un salto de agua de unos diez metros de
altura con poco caudal de agua debido a las escasas lluvias recogidas
hasta el momento. Por encima de nuestras cabezas, además del agua,
media docena de buitres que anidan en las altas rocas del lugar.
A
1,4 kilómetros de la Garganta cogimos un estrecho (pero claro)
sendero a nuestra derecha que, bordeando la Sierra de la Cueva, lleva
al punto más alto de la misma, el “Cancho de la Cueva”. Esto nos
permitió caminar por encima del nivel en que anidan los buitres que
habíamos estado viendo desde abajo. Las vistas del Parque de
Monfragüe desde este lugar son una preciosidad, quedando Peñafalcón
y la Portilla enfrente de nosotros y a nuestra izquierda. Merece la
pena subir hasta aquí para deleitarse con el espectáculo. Fuimos
bordeando, por la umbría, la Sierra de la Cueva hasta llegar a la
Caseta de Vigilancia de Santa Catalina,donde se hizo la parada para
el avituallamiento.
Una vez finalizada la parada, retrocedimos por el
mismo camino de subida hasta entroncar con el sendero de bajada
marcado con las señales del Camino Natural del Tajo GR 113, con casi
tres km de bajada nos da la bienvenida, a la entrada de Serradilla,
un antiguo aljibe con trazas árabes y rejas en la puerta. Pasamos
por el Santuario del Santísimo Cristo de la Victoria, así como por
la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y dimos por
terminada la ruta al llegar a la Plaza del Ayuntamiento sobre las
12:55 horas.
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